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2012
Pablo Larraín
1hr 58min B (secuencias de violencia no gráfica)
En 1988 la población chilena estaría a punto de cambiar su historia, hacía 15 años habían puesto al frente del país a un socialista, que con su manera de gobernar había entregado resultados favorables al comienzo, pero que comenzaba a desplomarse.
Después de un golpe de estado que buscara mejorar la patria desde el autoritarismo, obtendría resultados de progreso a costa de barrer con la oposición. La represión y la violencia se hicieron comunes y el nuevo régimen pronto perdió popularidad, dejando a la población chilena entre la espada y la pared. Volver al socialismo que trajo crisis o continuar con la vida en relativa estabilidad, pero sin voz.
En esta ocasión en Cine Libre:: No
Después de 2 consultas populares en que se presumían irregularidades, una dictadura que después de 15 años recibía cada vez más presión nacional e internacional; después de las masacres y los torturados se daría una nueva oportunidad a la oposición chilena para hacer escuchar su voz. Una desición con solo 2 opciones, que por primera vez daba la posibilidad de decir que no.
Para convencer a la población, ambas partes harían uso de todo su poder, unos con el gobierno y los medios en su total control y otros con 15 minutos diarios en televisión nacional durante 27 días.
Con una personalidad visual única, esta película cuenta un pasaje histórico de manera que es fácil saber lo que sucede aún sin conocer el contexto completo del mismo. Una historia que desenvuelve a sus protagonistas en ambientes hostiles sin necesariamente tratarse de una guerra. Con cámara en mano y tomas que llevan al espectador a la intimidad de los sucesos, nos vuelve testigos de una historia llena si de política, pero también de pasiones y maneras de pensar tan abiertas y creativas que le dieron fin a una dictadura.
No busca ser un documental ni se acerca a ello, desarrolla la trama basandose en el suceso que todos conocen tomandose las libertades necesarias para ofrecer una cinta interesante. Una película que retrata de manera cruda, la estrategia positivista y alegre de la franja del no.
Recomendada para quienes gusten de dramas históricos y de películas como Argo.
Decir que no, no estar deacuerdo, expresar todo el dolor que se ha oprimido durante tanto tiempo a la voz de "La alegría ya viene". Porque el miedo es un motor que pareciera infalible, que mueve pueblos completos hacia lugares que nadie creería posibles y los mantiene cautivos el tiempo que sea necesario. Pero la esperanza resulta muchas veces un motor más potente, que permite pelear a sabiendas que todo se puede perder, invita a sonreir en los momentos más dificiles... La alegría ya viene.
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